"A cualquiera que hacía las pruebas se le decía que las escenas se ensayarían e interpretarían a partir de un guión con mi directora de casting, Risa Bramon García, presente en todo el proceso para garantizar un entorno seguro para todos los actores que se presentaban", declaró Stone en un comunicado.
"Hicimos pruebas para docenas de actores para papeles en 'The Doors' y se hizo claro desde el principio que la película iba a ser de 'rock and roll lasciva' y sin restricciones", añadió.
García corroboró la versión del director en declaraciones a 'The News' y aseguró que, desde su experiencia, durante el casting en 1991, "no hubo un intento de ofender personalmente a ningún actor particular".
La responsable de casting señaló que los actores eran conscientes del "material provocativo" de las escenas que iban a trabajar y dijo que se esfuerza para "crear un espacio seguro y creativo" en la sala de audiciones.
"Ningún actor fue forzado ni se esperaba que hiciera nada que pudiera ser incómodo, y la mayoría de actores aceptaron el reto, reconociendo la visión de Oliver Stone y el proceso creativo", aseguró la directora de casting.
Gilbert acusó a Stone de haberla humillado en las pruebas de la película, donde aspiraba al papel que obtuvo Meg Ryan, en represalia por haberlo avergonzado previamente en público.