Tras casi cinco décadas enamorando al mundo hispano con sus himnos, José Luis Perales quiere bajarse de los escenarios y dedicar más tiempo a los placeres de su vida. Eso sí, en una charla con Efe en Buenos Aires, en la que defiende el reguetón y desnuda sus eternos miedos, el prolífico artista español advierte: "Mientras haya historias que contar, ahí estaré yo".
Padre de dos hijos, ya mayores, y abuelo de cuatro nietos, Perales, que además de triunfar cantando atesora una larga carrera como compositor de 'hits' para Raphael, Isabel Pantoja, Rocío Jurado o Mocedades, cree que su presente pasa por seguir disfrutando de su "pasión", la música, pero de otra manera, escribiendo en paz en el pedazo de campo que tanto ama.
Hacer letras que son sentidas por los cantantes para quienes compone es para él el verdadero éxito de su profesión. Hasta la Jurado llegó a preguntarse cómo podía conocerla tan bien. "Pues mira, Rocío, porque yo he estudiado en Sevilla durante siete años con los Salesianos y fíjate si conozco yo el carácter andaluz. ¿Y tú que eres? Pues eres Andalucía", rememora.
Así, el artista ha revelado su truco para componer canciones de éxito para otros cantantes. "En lo que he escrito para los demás trato de imaginar por lo menos al cantante cantando eso, incluso te voy a contar un secreto: yo los imitaba. Hacía una canción para Raphael, incluso ahora yo la hago, e imito a Raphael para ver qué tal la haría", confiesa.
Acompañado siempre de su hijo Pablo, que ha seguido sus pasos y se dedica a la producción musical, Perales, que en los últimos años incluso ha publicado novelas, se define como "un contante de historias", observador de las cosas de la calle y de la vida de las personas.
Aunque hoy descarta, por ejemplo, escribir un reguetón. "Porque no lo sé hacer, no por otra cosa", subraya acerca de un estilo musical que "los chicos jóvenes han inventado y que tienen derecho a cantarlo y a divertirse con él y a vivir de eso, porque hay muchos y eso hay que respetarlo".