Pornhub es uno de los gigantes del porno. Con sus 130 millones de visitas diarias, su sitio web supone un espacio donde los usuarios acceden a contenidos eróticos de todo tipo; algunos de ellos, investigados por la Justicia al distribuir vídeos ilegales en los que se podrían ver violaciones y sexo con menores.

Y ahora ha lanzado una polémica campaña en la que invita a sus seguidores a acudir a museos en busca de pornografía. Concretamente, la compañía lo hace en el marco de una plataforma específica dedicada a esta iniciativa, llamada "Classic Nudes", en la que se pueden consultar diversas obras de museos de todo el mundo, en las que, eso sí, la ropa pasa a un segundo plano.

"Algunas personas piensan que los museos son aburridos o estirados. Pero, ¿y si te dijéramos que albergan una colección de porno de valor incalculable?", escribe la página, que no duda en equiparar sus vídeos con los clásicos de arte expuestos en medio mundo.

La cuestión es que esta estrategia publicitaria se ha dado de bruces con el Museo del Prado, una de las entidades en las que el sitio web se ha apoyado para hacer su peculiar llamamiento a la cultura. De hecho, Pornhub le dedica una página exclusiva a esta entidad, donde escribe sobre una decena de pinturas.

Sin ir más lejos, la 'Maja desnuda' de Goya aparece en todo lo alto, mientras 'Ninfas y Sátiros', de Rubens, también recibe una mención especial: "Por suerte para nosotros, su colección privada [la del Prado] contiene la mayor y más inusual orgía de la historia del arte", escriben.

El Museo del Prado, categórico: "No hemos participado en esta iniciativa"

Conforme la campaña ha salido a la luz, también lo han hecho la polémica y las críticas. Para muchos usuarios de internet ha supuesto un problema que una compañía conocida por las demandas que ha recibido se pudiera haber asociado de algún modo con entidades culturales y públicas. Pero rápidamente, al menos desde el museo ubicado en Madrid, salen a desmentir cualquier atisbo de colaboración.

"Somos ajenos a esta iniciativa. De ninguna manera se puede hablar de colaboración porque la hemos conocido cuando estaba ya en el aire, y saca ventaja de un terreno pantanoso al intentar blanquear una actividad que es muy cuestionable", explican desde el museo a laSexta.com.

Ante esto, desde la entidad aseguran que no descartan iniciar acciones legales contra le empresa de pornografía, razón por la que ya han hablado de manera informal con los demás museos afectados —cabe recordar que Pornhub también ha involucrado al Museo del Louvre en París, al MET de Nueva York, o al British Museum de Londres, entre otros— y han pedido información a su departamento jurídico.

No obstante, desde el Museo del Prado apuntan a que difícilmente podrán dar fruto esta vía, debido a que "es muy complicado llevar lo ocurrido, que es fácil de entender en términos intelectuales, a un terreno delictivo".

El enmascaramiento cultural como escudo jurídico: por qué es difícil denunciar a Pornhub

El Museo del Prado explica a laSexta por qué resultaría tan complicado ganarle una batalla legal, al menos en este caso, al gigante del porno. Básicamente, la clave reside en el uso que se ha hecho de sus obras: "Si fuera una explotación comercial sería más sencillo", apunta el ente cultural.

Pero el problema reside en que no ha sido el caso, ya que Pornhub no ha hecho un uso comercial de las obras del Prado. Es decir, como explica el museo, no es como si hubieran cogido la imagen de la maja desnuda, la hubieran convertido en camisetas y las hubieran vendido. Eso sería denunciable, pero lo que ha hecho esta web va más allá: "Aquí el beneficio es un plus de notoriedad o blanqueamiento que es muy difícil de trasladar a la normativa legal de algún país", expresa el museo.

Por ello, una vez asumido que "hay batallas que no se pueden ganar", desde el centro apelan a rechazar y desmentir esta colaboración y, sobre todo, no darle más publicidad a la polémica, debido a que esta sería la principal intención de la campaña.

"Se puede entender que hay una intención provocadora. Hacer ruido, generar un conflicto y ser doblemente ganadores, ya que están consiguiendo aún más notoriedad", aseveran. Por ello, y aun con las medidas legales sobre la mesa y en estudio, la clave ha residido en desmarcarse de los hechos. De ahí que hasta en sus redes sociales hayan querido ser firmes: "El Museo del Prado no ha participado en esta iniciativa", repiten una vez más.