Prohibido entrar con muletas sin un certificado médico que acredite que las necesitas. Si ser swiftie ya era laborioso, la promotora de los conciertos de Taylor Swift en España, Last Tour, lo complica un poco más publicando las reglas para acceder al Bernabéu.

Algunas nos sorprenden poco: nada de dispositivos profesionales de grabación, no usar drones, nada de drogas, bebidas alcohólicas ni patines. Tampoco se permitirá llevar ropa ni complementos que dificulten la visión del resto del público ni carteles más grandes que un Din A3.

Entre quienes hacían cola hay quien se ha venido con la lección aprendida y quien se quejaba de que les hagan esperar horas en la cola más tres horas de concierto con solo una botella de medio litro de agua, el máximo permitido.

El tamaño de las mochilas permitidas es 44 centímetros de alto, 22 de ancho y 15 de fondo con solo dos compartimentos.

Menudo trabajo que tienen por delante quienes cacheen a los más de 120.000 personas que tienen entrada en España para la que promete ser la gira del año, cuyo impacto económico en la capital, entre viajes, estancias y gastos en hostelería, se calcula en 25 millones de euros. De hecho, solo en entradas habría facturado más de 14 millones de euros en una gira que tiene el récord de ser la primera en superar los mil millones de euros de facturación.