Los abuelos despiertan una sensibilidad especial en todas las familias. Su cariño es, para muchos, nexo de unión y remanso de paz.

Aquellos que poseen la suerte de tenerlos consigo comprenden la necesidad de cuidarlos cada mañana, lo que puede servir de excusa perfecta para conmemorar un día como este. Así como existen efemérides para hacer homenajes de lo más variopintos, hay una fecha reservada en la que podemos rendirles tributo.

El 26 de julio es, desde el año 1978 en nuestro país, el Día del Abuelo. Una cita en el calendario que conmemora su rol en nuestro modelo social, donde se les reserva un espacio protagonista. La fecha complementa así las celebraciones del Día de la Madre y del Día del Padre.

¿Por qué se celebra el 26 de julio?

Los países de tradición cristiana, como es el caso de España, han elegido esta fecha puesto que la liturgia católica conmemora, en un día como hoy, a san Joaquín y a santa Ana, padres de la Virgen María y, por ende, abuelos de Jesús de Nazaret. No obstante, la celebración tiene diferentes días en otros países del globo.

Existen infinitas opciones para celebrar el Día de los abuelos dedicándoles tiempo de calidad, ya sea pasando el día a su lado o realizando una llamada larga para charlas con ellos si están lejos. Para muchos, el verano siempre ha tenido como protagonistas a los abuelos, que ayudan a conciliar a muchos de sus hijos disfrutando más tiempo de sus nietos.

Si, tristemente, hace tiempo que marcharon y no tienes la opción de compartir tu tiempo con ellos, siempre puedes hacer como Keita, un niño de siete años que dedicó una emotiva carta a sus abuelos fallecidos.

Día Internacional de las Personas de Edad

Existe una segunda fecha conmemorativa que ha logrado conciliar las celebraciones de todo el planeta. La ONU, tal y como se recoge en su web, marca una jornada en tributo a todas las personas mayores, tengan nietos o no, desde 1990. El denominado como Día Internacional de las Personas de Edad se celebra cada 1 de octubre.

El pasado año 2020, la Organización de Naciones Unidas celebrara el 30º aniversario de esta fecha. Su secretario general, António Guterres, rendía homenaje, con unas bonitas palabras, a las personas mayores que han sufrido el coronavirus: “El mundo conmemora el 30º aniversario del Día Internacional de las Personas de Edad mientras lidiamos con el gravísimo y desproporcionado impacto que la pandemia de enfermedad por coronavirus ha tenido en las personas de edad de todo el mundo, no solo en lo tocante a su salud, sino también a sus derechos y su bienestar”.

Un estudio de la ONU estima que en las tres próximas décadas el número de mayores se verá duplicado, alcanzando los 1.500 millones de personas en el año 2050. Las previsiones estiman que el aumento más veloz se observará en los países clasificados como “menos adelantados”, donde el número de mayores con más de 65 años pasará de los 37 millones actuales a los 120 millones, aumentando un 225%.

Un compromiso de los Objetivos del Desarrollo Sostenible

En el año 2015 la ONU advirtió la necesidad de lograr que las sociedades emprendan un nuevo camino para mejorar la vida de todos los habitantes del planeta, sin excluir a ningún colectivo. Para lograrlo, trazó una serie de objetivos a cumplir antes del 2030, germinando así el cambio al que insta la Tierra. Entre la eliminación de la pobreza y la lucha contra el cambio climático existe un espacio reservado para nuestros mayores. El objetivo número 3 persigue garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos en todas las edades, bajo el título “Salud y bienestar”.

El cuidado de nuestros abuelos requiere una planificación de las políticas sanitarias capaz de satisfacer necesidades especiales. Además, resulta ineludible abordar la disparidad en la atención recibida en los países occidentales y aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. Un proyecto que, lejos de las esferas políticas, debe ir aderezado con el amor de nuestros hogares.