Red Hot Chili Peppers ha reventado el Estadi Olímpic de Montjuïc Lluís Companys de Barcelona, con un concierto ante 49.000 espectadores. Esta era la segunda fecha de su 'Global Stadium Tour' iniciado el pasado fin de semana en Sevilla y que supone el regreso del guitarrista John Frusciante al grupo.

Como teloneros, abrieron la noche, Thundercat, el proyecto del bajista Stephen Lee Bruner, y del rapero norteamericano Nas ante público deseoso de ver a los Red Hot Chili Peppers. La banda californiana asaltó el recinto con puntualidad, con los primeros acordes de 'Can't stop' se incorporó el vocalista Anthony Kiedis para sellar el regreso de la banda a Barcelona seis años después de su última visita. Le siguieron temas míticos como 'Dani California' y 'Around the world'.

Este concierto no solo es la vuelta de los californianos a los escenarios sino también la presentación del disco 'Unlimited love', publicado el pasado abril. Del que interpretaron temas como 'Black summer' y 'Aquatic mouth dance', combinados con otros anteriores con los que el público vibró cantando hasta la última palabra como 'The zephyr song', 'Snow' y 'Right on time'.

El momento con posiblemente mayor número de móviles y mecheros encendidos ha sido con el tema 'Californication', para el que la banda ha contado con apoyo al teclado, y que ha dado paso a la animada 'These are the ways' de su nuevo álbum.

Con un repertorio con pocos rescates a la época anterior a 'Californication', estas concesiones al material antiguo han llegado en la parte final del concierto: primero con una inesperada 'I could have lied' y luego la célebre y celebrada 'Give it away', con la que se han retirado.

En los bises, no han faltado unos de sus temas más encendidos 'Blood sugar sex magik' y una emotiva 'Under the bridge'. Finalizando el concierto por todo lo alto con un éxito que no podía faltar, 'By the way' poniendo así el broche a un concierto épico.