Richard Gere se puede definir como 'todo lo que querríamos de un padre y de un político'. Muchos dicen que Hollywood le tiene apartado de las mejores películas por su defensa del Tibet, y es que nadie en la meca del cine quiere enemistarse con el mercado chino, pero a Richard eso no le interesa: "Yo no hago este tipo de películas, no me interesan. Así que todo ese tema me parece irrelevante".
Lo que sí que le interesa es su nueva película, 'La cena', donde encarna a un congresista que está dispuesto a renunciar a su carrera por el bien de su por el bien de su hijo. Ha participado en un delito y quiere que pague por ello. "Enseñar ese tipo de responsabilidad, puede ser la lección más importante que les vayamos a enseñar a nuestros hijos", comenta Richard Gere.
A su hijo ahora le ve menos porque pasa mucho tiempo en nuestro país. "Sí que lo hago, así que será mejor que tengas cuidado porque veo lo que hacéis", bromea el actor.
El amor le ha traído hasta aquí y se ha llevado una sorpresa. "Esperaba un poco más de Inquisición por aquí de la que he experimentado", cuenta sorprendido.
Bromas aparte, Richard Gere adora España: "Estáis centrados en experimentar esa alegría que supone estar vivo". Esa es la alegría de la que Richard Gere quiere contagiarse. Porque malas experiencias, como las de 'La Cena', ya hay demasiadas.
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