Dos notas manuscritas con la firma de Albert Einstein, que el científico dejó a un mensajero japonés como propina poco después de enterarse de que se le había concedido el Premio Nobel, serán subastados en Jerusalén. La particular propina que dejó el científico judío alemán en el Hotel Imperial de Tokio en 1922 ha alcanzado ya en la subasta "online" los 10.400 dólares (8.827 euros): 8.000 (6,790 euros) uno de los documentos y 3.400 (2.855 euros) el otro, un importe, como él predijo, muy superior al que se suele de dejar como gratificación por un servicio en un hotel.
En octubre de 1922, el científico más destacado del siglo XX se embarcó en un viaje a Japón para dictar conferencias y durante el traslado de Europa a Asia se enteró por un telegrama de que se le había concedido el Premio Nobel de Física 1921, explicó Raziel Seckbaj, editor del catálogo de la subasta de la casa Winners. Einstein decidió seguir adelante con su viaje a Japón, lo que le llevaría a perderse la entrega de premios en Estocolmo en diciembre, y al llegar se hospedó en el Hotel Imperial de Tokio.
Una vez allí, las noticias de que se le había concedido el máximo galardón científico se habían difundido y fue recibido con todos los honores. "Trató de poner sus pensamientos y sentimientos en papel. Cuando un mensajero fue a su cuarto, no tenía suelto para darle una propina y decidió sacar partido a su nuevo estatus y darle dos de sus escritos", explica la casa de subastas. Einstein advirtió al sorprendido mensajero que guardase los papales, ya que en el futuro estos podrían valer más que una propina habitual.
"Los dos documentos firmados por Einstein son los objetos más interesantes que tenemos en este lote. Los herederos del camarero decidieron subastarlos y así llegaron hasta nosotros", aseguró Seckbaj. Los dos mensajes están escritos en alemán. Uno de ellos, en un folio de 13 por 21 centímetros con el logotipo del hotel japonés y con un texto que reza: "La calma y una vida modesta trae más felicidad que la persecución del éxito combinado con agitación constante", en una recomendación vital del profesor y con su firma, "Noviembre 1922, Tokio".
El otro está en un papel sin adornos de 14 por 18 centímetros y en él se lee: "Cuando hay voluntad, hay camino", acompañado también de la firma del alemán y del año. La última puja registrada por este objeto es de 3.400 dólares, pero la casa Winners cree que alcanzara un valor final de entre 4.000 y 6.000 (De 3.395 a 5.092 euros).
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