Quienes han querido entrar en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para el Chupinazo se han encontrado con que uno a uno la Policía ha registrado a cada persona para garantizar la máxima seguridad.
"Entra todo el mundo controlado ya. Miramos que no lleven objetos peligrosos, que no lleven harina, huevos que puedan ensuciar la fiesta o puedan producir cortes", ha explicado Alfonso Fernández, comisario principal de la Policía Municipal de Pamplona.
Es parte del dispositivo que la ciudad ha preparado para su fiesta grande. Pamplona se blinda para garantizar la mayor tranquilidad posible. "Está muy bien", asegura un turista.
Se encargarán de ello los más de 2.600 agentes que integran el dispositivo. De ellos, 700 son policías nacionales y, por primera vez, habrá agentes a caballo que reforzarán la vigilancia en las zonas ajardinadas de la ciudad.
"Es otra manera de que la Policía tenga presencia y de que quienes vengan puedan sentirse protegidos", ha apuntado José Luis Arasti, delegado del Gobierno en Navarra.
Además, como en años anteriores, las cámaras de videovigilancia de alta resolución serán clave para controlar todo lo que ocurra. Este año se han instalado más. "Las cámaras se usan donde hay más masificación para prevenir y poder actuar", añade Fernández.
Hasta la ciudad, también se han desplazado agentes de las policías francesa e italiana, así como agentes policiales de la embajada americana.
Todo para que San Fermín sea una fiesta lo más segura posible.