En el último encierro de San Fermín 2019 nada hacía presagiar lo que vino después. Los seis Miura salieron rapidísimos y unidos en un encierro que estuvo marcado por las caídas, primero de los toros y después de los corredores.
Porque los Miura han conseguido sembrar el pánico peinando y pisando a varios corredores en los tramos iniciales de la carrera, aunque los primeros mozos tuvieron suerte porque las tres cornadas llegaron escalonadas justo después.
En la gran curva de Estafeta se produjo una caída en la que Rabanero, un toro colorado de 640 kilos, se quedaba descolgado. Y es que un toro descolgado significa peligro porque ya no hay lugar seguro en el recorrido.
En las imágenes se puede ver cómo a un mozo le ha rasgado la camiseta pudiéndole rasgar la carne y, tras arrastrarle varios metros, le ha soltado para empitonar por la axila a otro corredor.