"Un auténtico escupitajo en la cara para aquellas personas que se dedican al mundo del arte". Así ha definido el escritor Roy Galán la situación a la que se ven sometidos en la actualidad un alto número de actores y actrices que intentan hacerse un hueco en la carrera de la interpretación.
La razón: el cambio de criterio que han empezado a mostrar productoras y agencias de contratación y casting a la hora de buscar nuevos talentos. Galán se refiere, en concreto, a un anuncio publicado días atrás en el portal web 'Clandestino de Actores' donde se buscaba para una serie de televisión en Madrid a una actriz "de 17 a 22 años que tenga al menos 80.000 seguidores en Instagram o que sea influencer".
Aunque el anuncio fue eliminado de la web, fue una usuaria de Facebook, la actriz Noelia Torrens, quien logró subir una imagen del mismo a la red social. Junto a la captura ha mostrado su descontento con "el intrusismo de las redes sociales en el mundo artístico" y se ha preguntado si "tener seguidores vale más que tener talento". Su reivindicación no ha tardado en hacerse viral entre los integrantes del gremio y de otros sectores artísticos.
"Para ser actriz hay que ser muy valiente. Hay que asumir el riesgo de que tal vez te mueras de hambre. Y además has de ser absolutamente honesta. Ser actriz duele porque donas tu cuerpo y tus emociones. Desapareces para que otro te posea y cuente una historia", ha destacado Roy Galán, que ha pedido a las empresas encargadas de la gestión y contratación de actores y actrices que tengan "empatía" con la situación de precariedad que ya de por sí vive el sector.
Por su parte, numerosos artistas han iniciado una campaña en redes bajo el hashtag '#ArteSinFollow' para dar a conocer y poner en evidencia el intrusismo de influencers y perfiles de tendencia en la actualidad en este sector cultural. Porque, como indica el actor Alberto Arroyo en su blog: "Tener seguidores no es un arte, y si la industria empieza a trabajar de esta forma nos estamos volviendo a cargar la cultura de este país".