Si creciste en los años 80, seguramente recuerdas el Telesketch, aquel mágico juguete que te permitía dibujar con dos mandos y borrarlo todo con un simple gesto. Este curioso artefacto, que para muchos niños de la época fue la puerta de entrada al mundo del dibujo, no era precisamente fácil de dominar. Sin embargo, su encanto residía en la posibilidad de convertir cada trazo en un desafío.

El Telesketch, con su famosa pantalla y su peculiar sistema de borrado agitando el dispositivo, nació hace 60 años con la misión de retarnos a crear dibujos a base de líneas y curvas, algo que a más de uno frustró en su infancia. Pero no todos se rindieron ante la dificultad: algunos han logrado convertir este juguete en un auténtico lienzo para obras de arte.

Hoy en día, el Telesketch ha resurgido como una herramienta artística, captando la atención en redes sociales. Artistas contemporáneos, como Mike, han llevado el Telesketch a nuevas alturas, recreando con él obras icónicas como 'Las Meninas' de Velázquez o 'El Grito' de Munch. Con cada giro de los mandos, estos artistas demuestran que el Telesketch es mucho más que un simple juguete; es una forma de expresión que alimenta la vena creativa y nos hace sentirnos un poco arquitectos de nuestros propios sueños.

Este clásico juguete, que hoy vuelve a despertar la nostalgia de quienes lo usaron en su niñez, demuestra que la vieja escuela tiene mucho que ofrecer en la era digital. El Telesketch no solo es un viaje al pasado, sino también una ventana a la creatividad ilimitada.