Esta calle de París regada por la lluvia lleva 24 años descansando en el Museo Thyssen de Madrid pero puede que ahora, esa tranquilidad esté a punto de acabar.
La Corte de Apelaciones de Estados Unidos quiere abrir una causa para demostrar que la pinacoteca sabía que el lienzo fue expoliado por los nazis cuando lo adquirieron en 1993.
Si se demuestra, el museo tendría que devolver el cuadro a sus dueños originales: los descendientes de Lilly Casider, una mujer judía a la que dejaron huir de Alemania vendiendo el cuadro por 350 euros.
Después de la guerra reclamó judicialmente la obra y el Gobierno germano la terminó reconociendo como su propietaria legal y le entregó 120.000 marcos como compensación. Pero el cuadro nunca llegó a sus manos.
Fue localizado en 1951 en Estados Unidos, dentro de la colección de un marchante de arte. Ese coleccionista fue el que se lo vendió al barón Thyssen.
El museo siempre ha sostenido que la obra fue adquirida de buena fe y además argumentan que, según el derecho español, se han convertido en los legítimos propietarios porque el tiempo para reclamar el cuadro ha prescrito.
Sin embargo, la justicia estadounidense ahora no piensa lo mismo y tiene intención de que esta estampa parisina descanse lejos de los muros del Thyssen.
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