¡Bienvenidos a la ópera! Acomódense en las butacas y presten atención a esta historia. La historia de Europa, la historia de la ópera. "Es un viaje musical que empieza cuando entramos a la sala, nos ponemos los auriculares y nos sumergimos en ese mundo operístico", explica Eva María Nogués, del Caixaforum Madrid.
Una experiencia inversiva por ocho grandes ciudades europeas a través de las obras de Wagner, Verdi o Mozart. "Según nos desplazamos vamos escuchando distintas piezas desde la venecia del renacimiento hasta la actualidad", asegura Eva María Nogués.
París, Milán, Londres o Barcelona. Las 'Bodas de Figaro', 'Nabucco', o 'Rinaldo' que Händel estrenó en el Londres de 1711. Fue la época en la que surgieron sobre el escenario, los 'castrati', cantantes que eran castrados de niños para que pudiesen conservar esa voz infantil hasta la madurez y poder representar así tanto papeles masculinos como femeninos.
La ópera recogió las tensiones y preocupaciones de cada época. Como el 'Nabucco' de Verdi, que encarnó el espíritu de la reunificación italiana a través del famoso 'Va Pensiero'. Un coro de esclavos cantando por su liberación con el que el pueblo italiano se identificó para deshacerse del dominio austríaco.
Con el 'Tannhäuser' de Wagner, París se transformó de una ciudad medieval a una urbe moderna.
Y Barcelona y su teatro del Liceo se abrían al mundo en 1896, donde Isaac Albéniz estrenó 'Pepita Jiménez', y donde las butacas de terciopelo se cubrieron de la sangre que dejó el atentado anarquista que mató a 20 personas con dos bombas.
Pero si hay una ciudad con la ópera en su ADN esa es Viena, la capital musical de Europa. Mozart la eligió para estrenar allí sus 'Bodas de Figaro' y desde entonces, la ópera, seña de identidad, se ha convertido incluso en un lugar en el que amantes e iniciados en ella empiezan allí cada año.