Premios Goya

Los vecinos de Torre Baró celebran el éxito de 'El 47' y reivindican su lucha por situarse en el mapa de Barcelona

El contexto Los vecinos de Torre Baró celebraban el éxito de la película que cuenta la historia de su barrio, la lucha del hombre que, hace casi 50 años, secuestró un autobús para denunciar el abandono de una colonia perdida en el extrarradio barcelonés.

Los vecinos de Torre Baró celebran el éxito de 'El 47'

El Goya a mejor película de este año se lo llevó 'El 47' junto a 'La infiltrada', en una gala de los Goya que pasará a la historia por ser la primera en tener dos films vencedores.

Tras conocer la noticia, los vecinos de Torre Baró celebraban el éxito de la película que cuenta la historia de su barrio, la lucha del hombre que, hace casi 50 años, secuestró un autobús para denunciar el abandono de una colonia perdida en el extrarradio barcelonés.

José Manuel, vecino de Torre Baró, cuenta que eso no fue un secuestro, sino "una necesidad". "Se jugó el puesto de trabajo Manolo Vital", ha asegurado.

Lo de este sábado fue una noche de fiesta con gritos de "Torre Baró, existe y resiste". Donde los más veteranos recordaban esa resistencia épica, su lucha sin descanso por situar Torre Baró en el mapa de Barcelona frente a la desidia municipal.

Antonio, vecino de Torre Baró, cuenta cómo tuvieron que "cortar la carretera para conseguir el agua y cortar la carretera para conseguir una caldera porque los niños no podían ni ir al colegio".

"Yo tenía que atravesar la montaña con 13 años para ir a trabajar", relata otra vecina de la zona. Muchos de ellos, además, han participado como extras en la película.

Hoy lo festejan, pero recuerdan que todavía queda mucho por hacer. La presidenta de la Asociación de Vecinos Torre Baró, Valeria Ortiz, confiesa que "hace apenas unas horas había seis calles de Torre Baró sin luz".

"La auténtica riqueza de Barcelona está aquí, en la periferia, en los barrios y no en el centro ni en el turismo", defiende uno de los vecinos. Esa periferia tantas veces olvidada, con sus rostros anónimos, ha saltado por fin al primer plano.