Will Smith se ha llevado el Óscar a mejor actor por 'El método Williams'. Un premio que ha quedado ensombrecido por el indignante momento que protagonizó durante la gala.
El actor reaccionó de manera muy violenta a un chiste de Chris Rock que le hizo levantarse de su asiento y darle una bofetada en directo en el escenario del Dolby Theater.
Rock había salido para presentar el Óscar al mejor documental e hizo una broma acerca la cabeza rapada de la mujer de Smith, Jada Pinkett-Smith -quien ha reconocido públicamente que sufre alopecia- al compararla con la Teniente O'Neil de la película de Ridley Scott: "No puedo esperar para ver G.I. Jane".
Smith se levantó de su asiento y se dirigió a Rock para pegarle una bofetada que ante un público enmudecido. Al volver a su asiento, el actor continuó gritando: "Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca". Ante esto, el presentador trató de quitarle hierro al asunto diciendo "Will Smith me acaba de dar una buena".
En vídeos grabados por los asistentes y difundidos en redes sociales se pudo ver cómo Denzel Washington y Tyler Perry hablaban con él y con Jada, su mujer, mientras trataban de calmar al actor durante una pausa publicitaria.
Ya después de una pausa Rock intentó bromear con resolverlo en la fiesta posterior a la ceremonia, sin que los asistentes ni la prensa acreditada tuvieran claro aún si lo que habían visto era real o simulado. Pero cuando unos minutos después Smith subió a recoger su Óscar despejó las dudas. En un discurso lleno de titubeos e incoherencias, llorando a lágrima viva y con la emoción a flor de piel, el actor pidió disculpas a la Academia y a los nominados, aunque al mismo tiempo trató de justificarse señalando que "el amor te hace cometer locuras".
"Richard Williams era un valiente defensor de su familia", dijo en lo que pareció un intento de justificación y en referencia al padre de las hermanas al que interpreta y que le ha valido el Óscar. "En este momento de mi vida, estoy superado por lo que Dios me invita a ser y a hacer en el mundo", prosiguió antes de aludir al papel protector que tuvo con sus compañeras de reparto, las dos actrices que hacían de las Williams. "En este negocio a veces tienes que soportar que la gente te insulte y te falte el respeto y tú has de sonreír y decir que todo está bien", señaló el actor.
Asimismo, durante su discurso mencionó que su compañero Denzel Washington le había advertido de que tuviera cuidado porque "en el momento más alto es cuando el demonio va a por ti". Finalmente, acabó pidió disculpas: "La vida imita el arte y me volví un padre loco, como mi personaje. Espero que la Academia me invite de nuevo".