La española Ana Peleteiro consiguió este domingo en el Emirates Arena de Glasgow el mayor éxito de su carrera deportiva al proclamarse campeona de Europa de triple salto en pista cubierta con un nuevo récord de España, 14,73 metros.
Con 23 años, Peleteiro borra de la lista de plusmarcas nacionales la obtenida el 4 de marzo de 2007 en Birmingham por Carlota Castrejana (14,64), que también dio a la riojana la medalla de oro en aquellos Europeos y este lunes iba a cumplir doce años. Se trata de la mejor marca en triple jamás conseguida por una atleta española, ya sea en pista cubierta o al aire libre.
Peleteiro, de 23 años, campeona del mundo júnior con 16 en Barcelona 2012 y medallista de bronce en los últimos Mundiales bajo techo en 2018, subió al podio acompañada por la griega Paraskevi Papahristou (14,50) y la ucraniana Olha Saladukha (14,47).
La gallega se había metido en la final de triple con la cuarta mejor marca de las ocho finalistas: 14,15 metros. La marca de acceso directo a la final era 14,20 pero sólo tres atletas la alcanzaron: la ucraniana Olha Saladukha (14,40), la portuguesa Susana Costa (14,28) y la griega Paraskevi Papahristou (14,28).
Peleteiro siempre dijo que no pensaba en el récord de España, pero en Glasgow se vio estimulada por la situación insólita de ser, por marca reciente (14,51), la favorita en una competición internacional. Ninguna de las ocho había saltado este año tanto como ella, aunque la ucraniana Olha Saladukha, de 35 años, ya había sido campeona mundial y europea.
Pese a la hora temprana (las 10.00 locales), la final registró un gran nivel desde el principio. Papahristou encareció la victoria en su primer salto, de 14,50 metros, y replicó la portuguesa Patricia Mamona con 14,43, mientras la española debutaba con dos nulos. La triplista gallega sufrió una pequeña tendinitis en el pie izquierdo que le impidió acabar el concurso de la reunión de Madrid y participar después en el campeonato de España de Antequera pero llegó a Glasgow recuperada.
"Si hago bien el salto no me molesta, y la cabeza está bien, que es lo importante", había dicho. En efecto, en su tercer salto se puso en cabeza: 14,56 metros, ya el mejor salto de su vida -en sala o al aire libre- y a sólo 8 centímetros del récord nacional de Castrejana.
Aun tenía centímetros en las piernas. En la cuarta ronda voló hasta esos 14,73 que dinamitaron la final. Ya no mejoró. Este año Peleteiro sólo había hecho una competición completa (el 2 de febrero en Karlsruhe, cuando venció a la campeona mundial, la venezolana Yulimar Rojas con récord personal, 14,52), y otra a medias en Madrid, pero lo importante -explicaba- son los saltos acumulado en los entrenamientos, "más que en toda mi vida", precisó.
Bronce en el Mundial en sala pasado y también tercera en los Europeos de Berlín 2018 al aire libre, Peleteiro ya había demostrado su garra competitiva en los últimos años. En Glasgow tampoco ha fallado.
Sufrimiento el último mes
"Muy poca gente lo sabe, pero nadie sabe por lo que he pasado este último mes. Mi primer triple salto fue el martes antes de venir para aquí. No pude saltar ni correr durante todo el mes", ha dicho en referencia a sus molestias durante el último mes.
"Sabíamos que había que ir sin pensar. He tenido pesadillas frustrantes y en los últimos días soñaba con competición. Soñaba que saltaba 14,69 todos los días. Un 14,50 no me va a valer, sabía que para ganar había que hacer marca personal", dice Peleteiro.
Elogia a su entrenador: "Le hago la ola a Iván, no hay nada más bueno que un entrenador te transmita esa seguridad en ti mismo. Cuanto más lejos llego, más ganas tengo de seguir trabajando".