Tom Brady pasó a formar parte del Salón de la Fama de los New England Patriots el pasado miércoles por la noche. En el equipo donde consiguió levantar seis de sus siete Super Bowls, el exquarterback se convierte ahora en una leyenda.

Ante un Gillette Stadium completamente abarrotado para la ocasión, el dueño de los Patriots, Robert Kraft, anunció la retirada del número 12 y el levantamiento de una estatua en honor a Brady.

El jugador se despidió de su equipo con un discurso muy emotivo en el que se acordó de compañeros, familiares, amigos... Expuso su camino hacia la gloria para llevar a cabo un comunicado cargado de valiosas lecciones de vida.

"Animaría a todo el mundo a jugar fútbol americano por la sencilla razón de que es difícil. Es difícil cuando eres joven y tienes que levantarte a las 6 de la mañana en 'offseason' para ir a entrenar y hacer ejercicio sabiendo que todos tus amigos están durmiendo o comiendo 'hot cakes'", comenzaba el exjugador.

"Pero entiendan esto; la vida es difícil. No importa quién seas, habrán obstáculos, golpes y moretones a lo largo del camino. Y mi consejo es que se preparen, porque las lecciones del fútbol americano nos enseñan que el éxito y los logros se consiguen al superar las adversidades, y que los logros en equipo superan, por mucho, los individuales", prosiguió.

"Para ser exitoso en lo que sea la realidad es que no tienes que ser especial. Solo tienes que ser lo que la mayoría de la gente no logra: consistente, determinado y con voluntad de luchar por sus objetivos", añadió.

"Si ven a mis compañeros de equipo aquí esta noche, sería imposible encontrar mejores ejemplos de hombres que representen esa ética de trabajo, de integridad con propósito, con esa determinación y esa disciplina que se necesita para ser un campeón en la vida".

Tom cerró su discurso con una emocionante e inolvidable frase que pasará a la historia del deporte americano: "Soy Tom Brady y soy un Patriot".