Los Angeles Lakers ya tienen en su poder un nuevo anillo de la NBA. El equipo de LeBron James, Anthony Davis y compañía pasó por encima de unos erráticos Miami Heat en un partido que estaba prácticamente decidido incluso antes del descanso.
Porque el cuadro angelino aprendió, y mucho, de sus dos derrotas contra los Heat. Con Caruso como gran novedad en un quinteto sin Howard, la franquicia californiana basó su superioridad en una defensa prácticamente perfecta.
Eran un muro. Lo eran ante unos Heat que acumulaban pérdida tras pérdida y que, en el primer cuarto, se vieron completamente superados por los contragolpes de los Lakers. En el segundo cuarto, directamente, el cuadro de Miami tenía la clásica frase de 'tierra, trágame' en su cabeza.
Nada les salía a los Heat... y todo les salía a los Lakers
No les salió absolutamente nada. Adebayo estaba a otras cosas. Kendrick Nunn, desaparecido. Tyler Herro, cero. Y Jimmy Butler, anulado y agotado tras el brutal esfuerzo del quinto partido. La mejor noticia fue, sin duda, el regreso de Dragic.
Pero sirvió de poco. Con LeBron al mando, Anthony Davis mostró su poder y Rondo, por fin, despertó en la final de la NBA. La diferencia era tan grande que antes del descanso en el marcador lucía un +30 para Lakers.
El cuadro angelino le metió un 36-16 a los de Miami en un segundo cuarto que dictó sentencia. Y es que no solo necesitaban los Heat un milagro, sino sacarse de la cabeza las dudas acumuladas tras 24 minutos en los que no les salió nada. Ni tiros de tres, ni de dos. Ni tampoco unos libres en los que ni tenían un 50% de acierto.
Los Lakers no se durmieron a pesar de la ventaja
Al final del tercero, 29 de ventaja para Lakers. Y eso que Adebayo despertó, pero poco más. Con Butler anulado y con Herro haciendo que incluso el banquillo angelino se llevase las manos a la cabeza por sus errores, Rondo hizo lo que quiso desde la distancia de tres puntos.
Con 12 minutos por jugarse, el final iba a ser o fracaso monumental de Lakers o milagro de Heat. Todo estaba en la cabeza de los de Los Ángeles, y el partido dependía de si se tomaban el término del duelo en plan relax o como venían haciéndolo hasta entonces.
Maquillaje de los Heat en el marcador
Lo cierto es que en poco más de 3 minutos, Miami completó un parcial de 11-3. Pero mucho debían remar y aunque jamás se rindieron los Lakers fueron demasiado para los Heat.
Se les veía en la mirada. Se les notaba. Porque los de Los Ángeles estaban al cien por cien. Concentrados y confiados. Los Heat, por su parte, fueron durante muchos minutos un mar de dudas. El segundo cuarto fue determinante.
Así pues, Los Angeles Lakers conquistan su anillo número 17 e igualan así a Boston Celtics como la franquicia con más campeonatos de NBA. Desde el cielo, Kobe Bryant estará celebrando un nuevo triunfo del equipo de su vida.
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