Si con Miles Bridges no fuera suficiente, los Charlotte Hornets y la NBA se enfrentan a un nuevo caso judicial por un jugador. En esta ocasión, es por Brandon Miller, número 2 del pasado draft y rookie estrella de la franquicia de Carolina del Norte. El joven ha recibido una denuncia por muerte por negligencia por un suceso que tuvo lugar cuando jugaba en la Universidad de Alabama.
Por el asesinato de Jamea Jonae Harris, de 23 años, el pasado 15 de enero. Ahora, la madre de la joven ha presentado una denuncia en un tribunal federal contra Brandon Miller y contra otros dos hombres por muerte por negligencia.
Y es que, a pesar de que no fue acusado de delito alguno y le describieron como testigo cooperante, fue Miller quien entregó el arma del crimen.
Ahora, los abogados consideran que "sabían o deberían saber que llevar un arma peligrosa a una disputa y dispararla probablemente resultaría en daño a quienes los rodeaban".
La defensa sostiene que Miller no tocó el arma
Por su parte, la defensa de Miller dice que su cliente no tocó nunca el arma, y que tampoco era consciente de que sus compañeros iban a usarla.
Además, afirma que el arma estaba oculta bajo ropa mientras estaba en su coche, lo que da a entender que no sabía ni que estaba allí.
Sea como fuese, parece que Miller tendrá que declarar en el juicio por asesinato.
Más Noticias
- La propuesta de Medvedev sobre el calendario que revolucionaría el tenis
- Bagnaia descarta "juegos mentales" contra Jorge Martín: "No me gustan"
- Un expiloto de F1 cree que Carlos Sainz ganaría el mundial si tuviera el coche adecuado: "Está infravalorado"
- Las expectativas de Marc Márquez para 2025: "También había gente que decía que arrasaría este año..."
- El pronóstico de Alex Márquez para el mundial de MotoGP: "Bagnaia intentará poner nervioso a Martín"
Y además, Bridges
Los Hornets, además, tienen con contrato a Miles Bridges, condenado a tres años de libertad condicional por violencia machista. El jugador, al que le restan aún diez partidos de sanción por la NBA, se entregó a la Policía tras una nueva denuncia en la que se le acusó de quebrantar la orden de alejamiento y golpear con bolas de billar al coche de su exnovia, con sus hijos dentro.