Bronny James, el hijo de LeBron James, se ha llevado un tremendo palo en el 'Draft Combine'. En el campus de Chicago en el que los jóvenes tratan de lucirse para llamar la atención de al menos una de las 30 franquicias de la mejor liga de baloncesto del mundo. Y es que parece ser que el joven, de 19 años, no está despuntando precisamente en la ciudad del viento.
A sus 1,87, y jugando de alero, es relativamente pequeño para lo que acostumbra la NBA. Tras sufrir además en ataque, sin ser excesivamente anotador y terminando con cuatro y diez puntos en sus dos partidos disputados, parece que el apellido está pasando bastante factura a Bronny.
Para bien... y sobre todo para mal. Porque Marc Spears, analista de la NBA en la ESPN, ha sido durísimo a la hora de analizar al joven, y también con lo que de él dicen los ojeadores más veteranos de la competición.
"Si los Lakers no lo eligen no veo que nadie lo vaya a hacer", cuenta el analista.
Y sigue con el palo más duro posible: "Ahora mismo no es un jugador de NBA. No está ni tan siquiera cerca de serlo".
"Es de los más bajos, así que tendrá que ser élite en defensa. Tiene buena visión, hace pasos correctos... pero necesita más tiempo", sentencia en sus palabras.
Draft extraño este tras el de 2023, con Wembanyama como claro número 1 y varios grandes talentos como son Brandom Miller y Scoot Henderson, además de los gemelos Thompson y los Dereck Lively y Jaime Jáquez Jr. Pocas cosas claras hay para este año en el que los Hawks eligen primero.