España ya está en la segunda fase del Mundial de baloncesto. Sí, ya está en un lugar al que Francia, finalista del último Eurobasket que conquistó 'La Familia', no va a poder llegar. La Selección, dirigida por Sergio Scariolo, se impuso con claridad a Brasil para asegurarse el pase y para pelear en el tercer duelo por ser primera de su grupo.
Todo gracias a lo que caracteriza a España. A esa profundidad de plantilla. A ese no tener ninguna estrella y al mismo tiempo tener un equipo de estrellas. Porque salía uno, entraba otro... y Brasil no sabía ni qué hacer.
No entendía cómo podía ser posible que estuviera quien estuviera en cancha el juego de España fuese igual o fuese mejor. Que estuviera Llull en pista o cualquier otro no había ni un momento de bajón en el equipo.
El banquillo aporta 50 puntos
Fueron, ojo, 50 puntos desde el banquillo. Cincuenta. Cincuenta de 96. Sí, más de la mitad. Más de la mitad fue gracias a los que en un comienzo no estaban en pista. Con eso se dice absolutamente todo.
Juan Núñez, de 19 años, fue quien dinamitó el partido. Porque estaba más o menos igualado hasta el tercer cuarto, pero hasta ahí. Hasta ahí llegó todo. Apenas anotó Brasil tras el descanso, mientras el chaval se iba a 13 puntos en 22 minutos con un 100% de acierto en tiros de dos y un 50% en triples.
Hasta un 3+1 forzó. Uno que terminó siendo un 3+2 debido a la energía que puso España en el juego bajo el aro. Usman Garuba, tremendo. Y también tremendos Santi Aldama y Willy Hernangómez.
Con el dorsal 9 de Ricky presente en el vestuario selló España su pase a segunda fase del Mundial de baloncesto. Queda, eso sí, un partido en esta presente ronda. Uno en el que se jugarán ser primeras.
Será ante Irán, que lleva dos derrotas en dos partidos, contra quien los de Scariolo se jueguen el liderato.