La NBA vive posiblemente uno de sus días más trágicos de toda su historia. Kobe Bryant, una de las leyendas de la competición, el mítico 24 y 8 de Los Angeles Lakers, ha perdido la vida en un accidente de helicóptero. El basket despide a algo más que un jugador de baloncesto.
Porque decir Kobe Bryant es hablar de historia. Es hablar de técnica. De talento. Una carrera que fue más allá del propio deporte. Del propio baloncesto. Fue amor por el balón. Un amor apasionado, sin cadenas. Un amor de un jugador que fue 18 veces 'All Star'.
De alguien que hizo historia en la NBA y en unos Los Angeles Lakers que con él vivieron otra de sus épocas doradas. Cinco anillos tiene en su poder, tres de ellos consecutivos cuando formaba una pareja top en el cuadro angelino con Shaquile O'Neal. Los otros dos, con un Pau Gasol, que junto a Kobe vivió sus mejores años en la mejor liga de baloncesto del mundo.
En esas finales, en las de 2009 y las de 2010, fue elegido MVP en los duelos contra los Magic y contra los Celtics.
Bryant promediaba 25 puntos por temporada y es el cuarto máximo anotador de la historia. Su mejor temporada fue la 2005-2006, en la que promedió un total de 35,4 puntos. Ante los Raptors realizó una de sus mayores exhibiciones, cuando en 2006 llegó a anotar un total de 81 puntos.
Y es que hablar de Kobe Bryant es hablar del mayor anotador en la historia de los Lakers, y eso en una franquicia con la historia de la angelina no es poca cosa. En total, a lo largo de sus 20 años de carrera deportiva ha anotado 33.643 puntos.
Normal que fuera 18 veces 'All Star'. Normal que estuviera hasta en once temporadas en el mejor quinteto de la NBA. Normal que, en la temporada regular, fuera elegido MVP en el año 2008. Porque Kobe Bryant es, sin duda, uno de los más grandes de este deporte.
Desde que fuera elegida en el puesto número 13 en el draft, en la primera ronda, por Charlotte Hornets. La franquicia lo traspasó a Los Angeles Lakers inmediatamente y ahí, con 17 años, comenzó a hacer lo que le ha terminado por convertir en leyenda: jugar al baloncesto en la mejor liga del mundo.
Su infancia la pasó en Italia, siendo hincha confeso del AC Milan. Domina el idioma transalpino y también un español que bien le sirvió para comunicarse y formar una de las mejores parejas de la NBA con Pau Gasol.
Su carrera se resume en el último partido que jugó. 60 puntos metió a los Utah Jazz, que se jugaban entrar en Playoffs en un último partido de temporada que fue el colofón para una carrera demasiado grande para contarla en unas simples líneas.
Porque Kobe era eso, un enfermo del balón. Un apasionado que logró enganchar a miles y miles de aficionados a base de carácter, de un extremo espíritu competitivo y de ese amor que nunca ocultó.
Es el adiós de una leyenda con mayúsculas. Un jugador cuya muerte supone un antes y un después no solo en Estados Unidos, sino también en el mundo. Kobe Bryant, 'La Mamba Negra', una leyenda que nunca morirá en el recuerdo de todos los aficionados al baloncesto.