Diez años después de su último anillo, Los Ángeles Lakers, comandados por LeBron James y Anthony Davis en lugar de por Kobe Bryant y Pau Gasol, devolvieron a la ciudad el prestigioso título.
En el sexto partido de la final en Orlando vencieron a los Miami Heat de un exhausto Jimmy Butler, que sostuvo a los ex del MVP de la final cuanto pudo.
Miles de aficionados se echaron a las calles de Los Ángeles para celebrar el 17º entorchado de la franquicia angelina (con el que igualan a los Bolton Celtics) y para dedicar el título a la estrella que les guió desde el cielo: Kobe Bryant.
En un vídeo grabado desde un edificio situado en las inmediaciones de Staples Center se puede apreciar cómo los hinchas se conjugaron en un grito unánime que hizo temblar paredes y emociones a partes iguales.
"¡Kobe, Kobe!", coreó la parroquia angelina, que portó imágenes, camisetas, pancartas, bufandas y demás atuendos en memoria de la 'Mamba' negra.
Sin embargo, la cara negativa de la celebración fue precisamente el cómo. En plena pandemia mundial, siendo Estados Unidos el país más azotado por el coronavirus, miles de aficionados se agolparon en las calles de Los Ángeles eludiendo casi cualquier medida de seguridad y distancia de seguridad, y brillando por su ausencia las mascarillas.