Si hace unos años Kyrie Irving copó titulares y portadas por su apoyar la teoría del 'terraplanismo', el base de los Brooklyn Nets ahora ha vuelto ha situarse en el ojo del huracán tras declararse antivacunas.
Según desvela 'Rolling Stone', el jugador cree en la existencia de un "un plan de Satanás" armado por "sociedades secretas" que buscan implantar microchips en la población negra a través de la vacuna de Moderna para controlarla con ordeñadores.
El hecho de no tener la pauta le conllevará a Irving no poder jugar los partidos de los Nets como local, además de las visita, por ejemplo, a Nueva York para medirse a los Knicks o a San Francisco para jugar contra Golden State Warriors.
En estas ciudades es obligatorio estar vacunado para entrar en recintos cerrados con aforos grandes, por lo que el base estadounidense tendrá que ver los partidos de su equipo desde casa.
Sobre la decisión de Irving ha hablado Sean Marks, general manager de los Nets, aunque sin dar explícitamente su nombre: "Si jugáramos ahora mismo hay un par de personas que no saldrían en la foto. No entraré en quiénes, pero confiamos en que en los próximos días, antes del training camp, todo el mundo pueda estar disponible. Hemos tenido conversaciones muy sinceras, todo el mundo sabe lo que hay en juego".
Cabe reseñar que a pesar de que no es obligatorio estar vacunado, los jugadores que no disputen los partidos dejarán de percibir el sueldo por la correspondiente jornada de trabajo.