El Real Madrid tuvo que esperar hasta los últimos dos minutos para lograr una sufrida victoria ante el EA7 Milán, por 94-89, que le permite seguir siendo líder de la Euroliga, gracias a la anotación de Sergio Llull, Jaycee Carroll y Luka Doncic.
La conexión entre Sergio Llull y el mexicano Gustavo Ayón, en los primeros momentos del partido, y el habitual triple a tablero de Llull al término de una posesión, aunque esta vez se adelantara en el tiempo, fue lo más interesante de un primer cuarto que terminó favorable al Real Madrid por 22-18.
La ausencia de Rudy Fernández, al que se le concedió un descanso por parte de Pablo Laso para que se recupere mejor de algunos golpes sin importancia recibidos el miércoles en la pista alemana del Brose Bamberg, no se notó demasiado en el primer periodo, pero sí en el segundo.
Casi sin defensa y prácticamente sin rebote (4 para el Madrid y ninguno ofensivo, por 8 con 2 ofensivos del Milán), al equipo de Pablo Laso le bastó con sentirse cómodo en ataque y anotar sin demasiadas dificultades. Krunoslav Simon fue el jugador más acertado del EA7 Milán y lo siguió siendo en el inicio del segundo cuarto, poniendo en evidencia con bandejas sencillas la inexistente defensa local.
El ataque madridista bajó su efectividad, aunque por contra mejoró en rebote. Lo que no mejoró fue la defensa. Ni al hombre, ni en zona. Hubo una gran falta de coordinación atrás y el equipo lombardo fue aprovechando las circunstancias para tomar las riendas del partido y marcharse al descanso con el marcador favorable por 46-49.
El Madrid aceptó 31 puntos en este segundo acto y se mostró desorientado, sin ideas y sin capacidad de reacción ante el ataque milanista. El marcador no mostró mejoría para el Real Madrid tras el paso por vestuarios. Al contrario, a los 3 minutos (50-56) todo pareció complicarse para el conjunto blanco.
Fue el momento para que despertaran las gradas de la pista madridista y para que el equipo español diera un acelerón de garra con un parcial de 5-0 (55-56) en menos de un minuto. Taylor rematando una contra devolvió al Real Madrid a números negros en el luminoso, 57-56.
El equipo blanco subió líneas en defensa y tapó las autovías que encontró el EA7 Milán con anterioridad, dificultando la anotación de los transalpinos, pero el partido se enfangó y una personal seguida de una técnica, que fue la quinta de Jonas Maciulis, volvió a complicar las cosas a los locales, 62-65.
Al final del cuarto, 69-73. Laso quiso aportar carácter al juego de su equipo y dio entrada por primera vez en el mismo a Andrés Nocioni, pero cuando casi todo se tuerce es muy difícil enderezar las cosas, 74-79. La cuarta personal de Simon, autor de 20 puntos hasta ese momento, forzada por Llull, descabezó a un EA7 que demostró no merecer el puesto de farolillo rojo de la clasificación.
Instantes después un triple de Llull devolvió al Madrid la delantera del partido después de mucho tiempo, 81-79. Los dos equipos rivalizaron entonces en aciertos y errores conforme iba aumentando la presión y la tensión por la incertidumbre del resultado, 85-85 a falta de dos minutos.
Que se estaban enfrentado el líder y el último de la clasificación, a estas alturas, era un dato baladí. Llull rompió la igualdad con una entrada plena de fuerza y garra y Laso comenzó a hacer cambios de balonmano con Jaycee Carroll en ataque y Jeffery Taylor en defensa.
Otro acelerón y una bola perdida que encontró Ayón para anotar y un contraataque machacado con el alma por Luka Doncic dieron aire al Madrid, 91-85, a falta de 37.5 segundos. Nocioni no anotó ningún punto, pero su entrada fue definitiva para decantar la victoria, casi tanto como Llull, Carroll y Doncic, los tres mejores anotadores blancos. El Madrid sufrió pero seguirá siendo líder.