El Real Madrid humilló (63-102) este viernes al Barcelona en el Palau Blaugrana, donde los de Pablo Laso, comandados por un inconmensurable Sergio Llull (20 puntos y 7 asistencias), sonrojaron al equipo azulgrana y demostraron en la Euroliga estar varios peldaños por encima del eterno rival.
El equipo de Pablo Laso completó el partido perfecto dejando en evidencia las debilidades de los de Girogios Bartzokas que, diezmados por las hasta cinco bajas que arrastran, jugaron el peor partido de la temporada. Prueba de ello son las pírricas estadísticas del cuadro local: 16 aciertos de 35 intentos en tiros de 2, 5 de 20 desde la línea de 6,75 metros y 17 pérdidas.
Números diametralmente opuestos a los del Real Madrid, en el que, además de Llull, destacaron las dobles figuras de Anthony Randolph (18 puntos y 11 rebotes) y la efectividad de Jaycee Carroll (19 puntos y 4 de 6 en triples). Si hace apenas 15 días un Barcelona diezmado por las bajas sorprendía al Real Madrid en la Liga Endesa, este jueves se impuso la lógica.
Esta vez los blancos completaron un primer tiempo perfecto y desconectaron a un rival desorientado, que mostró la peor de sus caras por segundo encuentro consecutivo. Que el Real Madrid ya había aprendido la lección de las dos últimas derrotas ante el eterno rival se demostró en los primeros dos minutos y medio.
La defensa intensa les permitió robar balones -cuatro en los primeros ataques azulgrana-, correr en ataque y que sus estandartes Doncic y Llull anotaran a placer. Resultado: parcial de 0-7 para empezar bloqueando mentalmente a los azulgrana, que parecían todavía pendientes del naufragio de hace 48 horas en El Pireo. Solo la anarquía de Rice (23 puntos) y la superioridad y los chispazos interiores de Tomic disimulaban el desastre en los primeros compases, aunque su aportación fue un espejismo.
Carrol y Randolph tomaron el testigo de Llull en ataque -autor de 17 puntos en los primeros 20 minutos- y sonrojaban a los azulgranas con un primer cuarto para olvidar (17-29). El segundo periodo empezó similar al primero con otro triple, esta vez de Nocioni. Reducía algo la renta el Barcelona con un parcial de 0-6 (25-34) obra de Koponen, Dorsey y Oleson, que daba algo de ánimo al Palau.
La ilusión duró lo que Randolph, Llull, los triples y la intensa defensa blanca quisieron. El polivalente ala-pívot estadounidense hizo lo que quiso con Dorsey y Llull seguía con su particular exhibición. Negados también desde el perímetro (1 de 8 intentos en los primeros 20 minutos), los de Bartzokas veían como Rudy Fernández ponía el 28-53 a dos minutos del descanso con otro triple. Rice anotaba el primer triple de los azulgrana en el minuto 19, algo que tampoco hizo reaccionar a su equipo que se fue al vestuario con el partido visto por sentencia (31-54).
Lejos de reaccionar, el Barcelona se hundió todavía más tras la reanudación. Doncic daba una máxima ventaja de 31 puntos a los blancos (37-68, min.25), mientras que en el Barcelona solo daban la cara los estadounidenses Tyrese Rice, Joey Dorsey y el recién llegado Jonathan Holmes. Pese a la mejora defensiva azulgrana, el Real Madrid, con menos ímpetu que el primer tiempo, continuaba con su particular espectáculo y afrontaba el último periodo con una renta de 29 puntos (46-76).
Ello, provocó el enfado de algunos de los aficionados azulgrana, que abandonaban cabizbajos el pabellón antes del inicio del último acto. Con todo decidido, los locales bajaron todavía más los brazos y no sacaron ni una chispa de orgullo.
El Real Madrid se aprovechó y, a medio gas, barrió de la pista con otro brillante cuarto parcial con el que consiguieron una máxima ventaja de 47 puntos (54-101) a poco menos de tres minutos para el final. Maquilló algo el Barcelona el resultado, pero no el bochorno (63-102).
Con esta victoria el Real Madrid se sitúa en la zona alta de la clasificación con un balance de 6 victorias y 2 derrotas, mientras que los azulgranas ya suman cuatro tropiezos en los primeros ocho duelos de la máxima competición europea.