El Real Madrid mantiene su dominio en Euroliga con un trabajado triunfo ante Panathinaikos

11 victorias en 13 partidos. Ese es el balance casi perfecto de un Real Madrid que sigue marcando territorio en Euroliga. Los de Pablo Laso sumaron al Panathinaikos de Xavi Pascual a su lista de víctimas, aunque vendieron su piel más cara de lo que se esperaba.

Comenzó dominando el Real Madrid en el primer cuarto, un parcial de 23-10 liderado por Deck y Causeur. En el interior, Ayon también aportó su parte. Fue en el segundo cuarto cuando Panathinaikos se metió en el partido.

En ese cuarto, fueron Taylor y Campazzo los que frenaron la reacción griega. El Real Madrid volvió a hacer gala de fondo de armario, sin tener a un jugador que destacase muy por encima del resto.

El tercer cuarto siguió con la misma tónica, con Panathinaikos intentando ponerle las cosas lo más difíciles posibles a los blancos. En ese cuarto, un nuevo nombre saltó a la palestra, Llull. El eléctrico base dejó una de sus canastas, una bandeja sin mirar que aportó tranquilidad antes del final del cuarto.

Los blancos hacían la goma con el resultado. Los griegos se ponían a 5 puntos nada más arrancar el último cuarto, pero pronto reaccionaron los de Pablo Laso para ponerse con una ventaja de 11 puntos.

La garra de Campazzo fue la culpable de esta vuelta. El que podría ser el jugador más importante de lo que llevamos de temporada en el Real Madrid volvió a hacer gala de su intensidad y su extraordinaria lectura del juego.

Los minutos finales fueron de eficiencia en ataque y en defensa. Una fiesta de las que ya están muy acostumbrados los aficionados del Real Madrid y que se ajustaba más al guion esperado por todos antes de que el balón se pusiese en juego. Al conjunto blanco le quedan cuatro partidos antes de acabar el año: Bayern (viernes 21), UCAM en casa (domingo 23), Fenerbahce (viernes 28) y Baskonia (domingo 30).

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