Desde que se retirase tras correr en La Vuelta a España de 2017, Alberto Contador aparcó la bicicleta a un lado para comenzar a sentir su nueva vida.
Sin embargo, nunca ha dejado de tener ese 'gusanillo' que se experimenta al subirse a la que fue su compañera durante tantos y tantos años.
Ahora, ha demostrado que los años no han pasado por él y que se encuentra en plenas facultadas para ser competitivo. En un reto propuesto por sus compañeros, Contador completó la etapa más larga de su vida rodando desde Pinto hasta Valencia en 12 horas.
"Un compañero me decía que estaba un poco 'pasado' de peso y que por qué no nos íbamos a Valencia del tirón. No tenían confianza ninguna en mi porque sabían que no había salido a entrenar", ha explicado el exciclista, que recorrió 400 kilómetros hasta llegar a la ciudad del Turia.
A pesar de no contar con toda la confianza de los seis amigos que le acompañaron en el resto, y tras tres días de intensa preparación, Alberto completó el desafío, aunque cierto es que no todo transcurrió por un camino de rosas: "Salimos por la mañana a las siete y llegamos a tener 2 grados bajo cero, pero luego tuvimos 27 grados. Alguno tuvo que agarrarse al coche en algún momento, pero al final lo hicimos".