La París-Roubaix está en el centro de la polémica por la tremenda desigualdad que hay entre ellos y ellas en el ámbito del ciclismo. A pesar de los grandes pasos que está dando el deporte, aquí la diferencia es enorme entre los premios que se llevan los ciclistas y las ciclistas dependiendo de su sexo.
Para ejemplificar la diferencia que existe, Lizzie Deignan, la ganadora de la prueba en la categoría femenina, se ha llevado unos 1.500 euros, mientras que el que gane en la masculina se embolsará 30.000 euros. Vamos, más de 28.000 de diferencia.
Además, los premios no van en sí a los ganadores, sino al común del equipo.
Mientras, la Unión Ciclista Internacional, la UCI, sigue buscando equiparar el salario de los ciclistas y de las ciclistas.
En ese sentido, se publicó el salario mínimo de las ciclistas en 2023 y en 2025, y cada vez se acerca más al de ellos.
Ese año, el mínimo serán 38.000 euros, lo que son 2.000 menos del World Tour masculino. Ahora mismo está en 20.000.