La Vuelta a España es un ejemplo sobre cómo combatir el coronavirus en el deporte dentro de una gran competición. La ronda ciclista, que tuvo dos casos de COVID-19 antes de comenzar, no ha vuelto a sufrir baja alguna por esta pandemia desde que las bicicletas comenzasen a rodar.
Todo, gracias un control absoluto y a una burbuja excelsa, en la que las pruebas PCR y de antígenos han sido grandes protagonistas.
Al igual que el camión laboratorio de unos 14 metros de largo, que cuenta en su interior con la más alta tecnología para realizar hasta mil PCR diarias.
"Se rastrea, se aísla a las personas y se siguen haciendo PCR para aclarar o para cerrar el círculo", dice Julián Ramos, director general de Biorama.
En total, casi 4.500 pruebas, entre PCR y antígenos, se han realizado en lo que se lleva de competición.
"La implicación ha sido total. Este modelo puede usarse en otras disciplinas deportivas", afirma Ramos.