En los últimos kilómetros de una contrarreloj pasada por agua, parte de un equipo ciclista sufre una brutal caída como consecuencia del estado en el que está la carretera.
El agua llegaba casi a la altura de la rodilla en una zona donde los ciclistas llegaban de una recta a gran velocidad. Es entonces cuando sufrían el temido 'aquaplanning', perdiendo el control total de sus bicicletas.
Por suerte, ninguno resultaba herido de importancia y en cuestión de segundos volvían a una etapa completamente surrealista.