El pasado 17 de abril será un día que jamás olvidarán los dos paracaidistas que se lanzaron al vacío en el espacio de Cambridgeshire, en Reino Unido. Se trata de una zona específicamente enfocada para la realización de esta actividad deportiva y que, en principio, no debería entrañar peligro alguno.
Sin embargo, a pesar de las condiciones de seguridad de la zona, dos cazas F-15 estadounidenses penetraron el espacio de manera inadvertida, estando a punto de arrollar a ambos paracaidistas, que se habían lanzado desde el avión tan solo unos minutos antes.
La escena fue grabada por la 'GoPro' que portaba uno de los deportistas en el caso, cuando descendían a una velocidad superior a los 200 kilómetros por hora.
El centro de incidentes aéreos de Reino Unido ha afirmado que no se cumplieron las normas y que, aunque los pilotos deberían haber sido informados de dónde estaba el espacio aéreo reservado al paracaidismo, deberían haber evitado el paso por esa zona, según ha informado 'The Guardian'.
El incidente se clasificó dentro de la segunda categoría de mayor peligro, pero la junta no pudo establecer a qué distancia estuvieron los dos cazas de colisionar con los paracaidistas. A su vez, el informe del centro de incidencias afirma que los pilotos de los aviones de combate no vieron en ningún momento a los paracaidistas.