El cuerpo de Blanca Fernández Ochoa apareció debajo de unos pinos, a unos 1.700 metros de altura, en el pico de la Peñota. Un sargento de la Guardia Civil fuera de servicio lo localizó gracias a su perro, el animal se salió del camino a la altura del Collado del Rey y le llevó hasta el cadáver de la esquiadora.
En la inspección ocular no había signos evidentes de una caída accidental, ni heridas, ni traumatismos. Por tanto será la autopsia la que dictamine las causas de la muerte de la deportista.
El informe preliminar se conocerá en las próximas horas pero habrá que esperar al informe definitivo, determinante para conocer las causas de la muerte de Blanca. "Los patólogos y toxicólogos tendrán que trabajar con las vísceras, el contenido del estómago y la sangre de Blanca Fernández Ochoa", ha explicado Manu Marlasca, jefe de Investigación de laSexta.
Tras el hallazgo del cadáver, su familia reconoció la ropa de Blanca y además se encontró el ticket de compra del día 24. Un día antes Alfredo, vecino de Cercedilla, afirma que se encontró con Blanca en el monolito dedicado a su hermano, Francisco Fernández Ochoa.
"La vi donde el monolito de su hermano, se santiguó y estuvimos hablando un poco sobre lo bonita que es la zona de La Peñota. Me dijo que iba a caminar por allí", explica Alfredo ante las cámaras de laSexta.
Lascondolencias por su muerte también han llegado desde el Ministerio del Interior, que ha querido reconocer la labor de los equipos de emergencia.
Varios miembros de la familia se han acercado hasta el Anatómico Forense, a la espera de los resultados de los análisis.