La exnadadora Sarah Ehekircher ha roto su silencio. Tras años sin revelar qué sucedió, ahora, en una columna en 'The Guardian', ha contado todo su sufrimiento en una denuncia en la que afirma haber sido víctima de abusos y violaciones durante 30 años.
Han tenido que pasar dos décadas para que, con 51 años, haya podido contar todo lo sucedido. Además, ha presentado una denuncia en el tribunal de California contra Scott McFarland, su entrenador y presunto agresor de la exnadadora, que habría comenzado sus abusos incluso cuando ella era menor de edad.
Además, confirma en su escrito que la Federación de Natación de EEUU sabía lo que sucedía, pero no hizo absolutamente nada.
"Todos sabían que vivía con un hombre de 30 años... pero nadie me preguntó si estaba bien o si me pasaba algo malo", afirma Sarah.
Y es que, tal y como cuenta, todos parecían más preocupados por los resultados deportivos: "Los demás nadadores solo miraban el tener la aprobación de sus entrenadores, y los padres estaban viendo cómo lo hacían los niños".
Respecto a eso, la exnadadora admite que pasó una infancia muy complicada. Su madre falleció cuando ella tenía 12 años, y su padre era alcohólico. Por ello, fue a vivir primero con otra mujer y posteriormente con un entrenador que comenzó a ejercer su control sobre ella.
"Quería romper mi confianza para poder abusar sexualmente de mí más adelante. Los abortos fueron una parte muy dolorosa y traumática en mi vida. En 1999 estuve hospitalizada en Virginia, después de mi primer intento de suicidio", relata.
Ehekircher explica la razón por la que no pidió ayuda: "No tenía dónde ir. Tenía miedo. Él pagó la casa en la que vivía, mi comida, mi ropa, los viajes... Era como el síndrome de Estocolmo".
Y apunta directamente a la Federación: "Les dije lo que pasaba. Era 2004. En vez de ayudarme me dijeron que mi caso no era el único y que tenía que superarlo sola".
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