Media hora con un futbolista más, pero el Barcelona de Xavi Hernández no se llevó los tres puntos de Sevilla. El encuentro terminó en tablas a pesar de las intentonas de los catalanes en el último tramo del encuentro (1-1).

Y es que en el minuto 64 Jules Koundé perdió los papeles. En un enfrentamiento contra Jordi Alba en la banda, le lanzó un pelotazo que golpeó entre la cara y el hombro del lateral. Roja directa.

En ese momento el marcador reflejaba el empate a uno (goles de Papu Gómez y Araujo en jugadas de estrategia). Y ya no se movió.

Bajo un aguacero visiblemente incómodo para todos los presentes en el Ramón Sánchez-Pizjuán, Sevilla y Barça iniciaron un partido intenso, bronco, en el que las ocasiones brillaron por su ausencia en los primeros tramos.

La estrategia fue la clave. Así llegaron los dos goles de la primera parte. El del Sevilla, una jugada de estrategia del cuadro de Julen Lopetegui que remató Papu Gómez tras un desmarque al primer palo.

El segundo, el de Ronald Araujo, en un cabezazo muy elevado que superó a Bono. Porque a falta de fútbol y jugadas ofensivas, buenas son las jugadas a balón parado. Así se marchó el partido al descanso.

Koundé se fue a la calle tras darle un pelotazo a Jordi Alba, en un enfrentamiento en la línea de banda. El colegiado no se lo pensó ni un segundo y enseñó la roja al defensa galo.

El Barça se volcó entonces. Abde y Dembélé tuvieron las más claras. El galo se encontró con el palo en un disparo duro desde la frontal. El Sevilla achicaba agua de su área con un jugador menos en el campo.

Un empate final que no satisface a ninguno de los dos. Ni el Sevilla se acerca al Madrid en el liderato... ni el Barça asoma por los puestos de Champions.