Andriy Voronin, exfutbolista ucraniano y ahora miembro del cuerpo técnico del Dinamo de Moscú, ha decidido renunciar a su puesto este mismo martes. Antes ya había abandonado el país con dirección Ámsterdam.
Así lo ha explicado en declaraciones al diario 'Bild': "Salimos de Moscú antes de que esté totalmente bloqueado. No podíamos aterrizar en Dusseldorf, así que volamos a Ámsterdam. Mi padre, mi suegra, mi esposa y mis hijos están allí ahora".
Afirma que ha tomado esta decisión porque no se podía permitir trabajar en un país que está bombardeando a los suyos: "No veo ninguna posibilidad de seguir en un país donde su ejército destruye nuestras ciudades y dispara a civiles".
"Lo he pasado realmente mal estos días. Cuando veía todas las imágenes de mi país en las noticias. Me parecía irreal, como una película, pero de terror. No me quedan apenas palabras", dice.
Preguntado por Putin, presidente de Rusia, ha afirmado que "sólo quiere estar en los libros de historia". "Nunca lo estará... o como mucho como un criminal", ha expresado el que fuera delantero de la selección ucraniana.
"Detengan a ese hijo de p*** y ayuden a los refugiados. Envíen armas para que podamos defendernos. Estoy muy orgulloso de nuestro país. Tenemos hermosas ciudades y grandes personas. Seguiremos luchando y ganaremos, pero el precio es tan alto. Tantos muertos... Vivimos en 2022 y no en la Segunda Guerra Mundial", ha finalizado.
Los equipos rusos de todos los deportes están sufriendo la huída de los jugadores y entrenadores extranjeros. Todo ello después de que organismos como FIFA, UEFA o la Euroliga les hayan expulsado de sus competiciones "hasta nuevo aviso".