Antoine Griezmann dice adiós a la temporada. El francés se retiró lesionado en el descanso del partido ante el Valladolid y, tras las pruebas pertinentes, se le ha detectado una lesión muscular en el cuádriceps de la pierna derecha.
Por ello, se perderá lo que resta de temporada... justo cuando el francés estaba en su mejor momento de forma con el Barcelona. Después de una temporada aciaga, con una posible relación complicada con Lionel Messi y sin dar, ofensivamente, lo que se esperaba de él, ahora había encontrado su sitio en el campo.
Fue desde que hace una semana Quique Setién se diera cuenta de que Griezmann ya no es un jugador de banda como sí lo fue en la Real Sociedad. Ante el Villarreal, el cántabro le centró en el ataque junto a Messi y tras Luis Suárez, y fue como pasar de 0 a 100 en un partido.
Participó en el primer gol, obra de Pau Torres en propia puerta, y batió a Sergio Asenjo con un bestial golazo de vaselina. Desde entonces, titularidad tras titularidad después de que ante el Atlético jugase los minutos de descuento bajo la atónita mirada de Diego Simeone.
Antoine disfrutaba de continuidad y de participación en el juego de un Barcelona que tiene complicado, pero no imposible, ganar LaLiga.
Su victoria por 0-1 ante el Valladolid ha evitado que el Real Madrid pueda cantar el alirón este lunes ante el Granada.
Las cuentas por LaLiga pasan por una victoria blanca contra los nazaríes, o más bien, pasan por sumar 5 de los últimos 9 puntos que los madridistas tienen en juego.
Con LaLiga descartada para Griezmann, el objetivo del francés y del cuerpo técnico del Barça será recuperar al francés para la Champions League justo cuando pasaba por su mejor momento como azulgrana.