27 de mayo de 1981. El Parque de los Príncipes acoge la gran final de la Copa de Europa. Los finalistas: el Liverpool de Bob Paisely y el Real Madrid de Vujadin Boskov. Dos colosos del fútbol continental buscaban coronarse como el rey de Europa.
El Liverpool partía como el gran favorito. Los ingleses venían de ser campeones en 1977 y 1978, y aún lo serían en 1984. Los de Bob Paisely eran por tanto los favoritos ante un Madrid que había llegado a la final contra pronóstico.
El equipo de Boskov contaba con algunas figuras (Uli Stielike, Santillana, Cunningham) junto a los Del Bosque, Camacho, Rafa Cortés, García Navajas, Juanito... El Real Madrid no levantaba la Copa de Europa desde 1966, año en que ganço su sexta Copa de Europa.
El partido fue trabado y con muy pocas ocasiones. El fútbol físico de esos años marcó una final con apenas disparos a puerta.
El Real Madrid tenía claro su plan: anular el juego ofensivo del Liverpool. Lo consiguió, pero apenas llegó a la portería de Ray Clemence en todo el encuentro.
La ocasión más clara para los blancos la tuvo José Antonio Camacho, que en un mano a mano intentó una vaselina que se fue por encima del larguero.
El Liverpool tampoco gozó de grandes ocasiones pero sí acertó en una internada de Alan Kennedy por la banda izquierda en el minuto 82. Aquel gol marcó de por vida a Rafa García-Cortés, que no se perdonó nunca el error en el marcaje.
Al final el Liverpool levantó la que era su tercera Copa de Europa. Luego volvería a ganar en 1984 y en 2005.
El Real Madrid perdió la gran ocasión de poner el broche a una buena generación de futbolistas como Vicente Del Bosque, Carlos Santillana, Juanito, José Antonio Camacho o Uli Stielike. Y el club blanco aún tendría que esperar hasta 1998 para volver a reinar en Europa.