Un disparo a puerta, un gol. Así fue la efectividad del Barcelona ante la Real Sociedad. Dato que también demuestra el gris partido que jugaron los de Xavi Hernández. Sobre todo en la segunda mitad, donde se dedicaron a defender y apenas tuvieron una llegada sobre la portería de Álex Remiro.
A pesar de su mal partido, lo que manda es el resultado. Rompe la racha el Barça de dos derrotas consecutivas (Eintracht de Frankfurt y Cádiz). Todavía tiene que recuperar su fútbol, ese que mostró hace pocas semanas en jornadas como la del Santiago Bernabéu.
En un despropósito de errores de la defensa de la Real el Barça abrió el marcador. Ousmane Dembélé chutó al palo y en el rechace ningún zaguero atacó la pelota. Ferran Torres la atajó y la puso al segundo palo, donde Aubameyang cabeceó hacia la portería. Otro gol para el delantero gabonés.
Ese gol enfrió las ganas de los locales, que habían estado muy intensos. Minutos después la recuperaron. Y pudieron empatar. Ter Stegen no tuvo que hacer ninguna parada de mérito. Isak, en la más clara, chutó fuera. Se quedó solo ante el portero y disparó a más de tres metros hacia la izquierda. Sigue gafado el sueco de cara a gol.
Los delanteros de la Real no estaban acertados. Primero fue Isak y después Sorloth. Dos muy claras tuvo el 23. Una se marchó alta y Ter Stegen evitó su tanto en otro mano a mano. Fue la primera intervención del guardameta alemán en el partido.
Porque de no ser por Ter Stegen el Barça iría en ese momento por detrás en el marcador. Su segunda parte fue paupérrima. Ni tenía la pelota ni podía montar contra alguna. Dembélé y Aubameyang no la olían. La Real atacaba y atacaba, pero tampoco encontraba el premio.
Los de Xavi se acabaron llevando el triunfo y rompiendo la mala racha de dos derrotas seguidas. El Barça recupera así la segunda plaza de LaLiga. Este fin de semana, partido aplazado ante el Rayo para afianzar ese puesto.