Tiene 34 años, y hace menos de dos levantaba Champions por doquier (cuatro en cinco años), jugaba una final del mundial y alzaba un balón de oro en París. Se convirtió en el indiscutible 'diez' de todo un Real Madrid. Y lo cierto es que hacía el trabajo por él y por todos los demás, porque junto a Kroos y Casemiro, la sala de máquinas del conjunto blanco no paraba de funcionar.
Pero algo ha cambiado. Hoy Zinedine Zidane ante el Galatasaray en Champions League vuelve a apostar por los mismos que generaron 27 ocasiones en Turquía, y por los mismos que parecen conformar ahora el equipo titular:
Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Valverde, Casemiro, Kroos; Rodrygo, Benzema y Hazard.
Los recitamos de memoria, al mismo tiempo que podemos analizar el cambio con respecto a Modric. Existen dos visiones respecto a esto: la negativa y la positiva. La primera se refiere a que el talentoso mediocentro croata cuenta ya con una edad y en los últimos partidos importantes (recordemos la temporada pasada) no ha estado a la altura: ni físicamente ni a nivel de liderazgo. La otra visión, la positiva, es que no es tan malo el nivel de Luka Modric, sino que el de Fede Valverde es tan excelso que ha atropellado a un balón de oro a sus 21 años a base de ver, trabajar y callar. Competencia sana, al fin y al cabo, que igual que sacó la mejor versión de otros jugadores en el pasado (ejemplo: Pepe Vs Varane), ahora puede servir de espejo al Real Madrid para que se transmita a todos los jugadores puesto por puesto.