Después de la abultada derrota en la Supercopa (4-1 ante el Real Madrid), no se podían permitir Xavi Hernández y su Barça un tropezón inesperado en la Copa del Rey. Y aunque empezaron por detrás en el marcador ante Unionistas de Salamanca (equipo de Primera RFEF), evitaron el susto con una brillante segunda parte que confirmó la remontada.
Unionistas puso las cartas sobre la mesa. Intensidad en la defensa y muchísima velocidad en el ataque. Las transiciones ponían en problemas al cuadro azulgrana. Y así llegó el primero de la noche en un Estadio Reina Sofía entregado. Álvaro Gómez remató en el segundo palo y superó a Iñaki Peña.
No era la primera de Unionistas... ni tampoco la última. Pero el siguiente zarpazo lo dio el Barça al filo del descanso. De un córner a favor a una carrera en solitario de Ferran Torres. No dudó el 7 e igualó la eliminatoria.
Antes de la hora de juego, Xavi puso todo en el campo. Entraron Pedri, Gundogan y Lewandowski. Todo lo que tenía en el banquillo lo puso en el campo para alcanzar la remontada en la eliminatoria copera.
Y con Unionistas encerrado, tenían que llegar los disparos lejanos. Lo entendió Koundé. Le dejaron espacio y soltó la pierna derecha. La pelota, colocadita al palo. Imposible para el portero de Salamanca. Se ponía por delante el cuadro de Xavi Hernández.
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Y apenas unos instantes después del martillazo de Koundé, Baldé sentenció el encuentro. Una aventura en solitario por la izquierda que acabó con un zapatazo a la parte alta de la portería. Entregaba las armas así Unionistas en la noche en la que el Barça evitó un susto.