El fútbol son los goles. Y los goles, en el Barcelona - Sevilla del Camp Nou, los puso el Barça. Tras fallar incontables ocasiones claras, los hispalenses entendieron a la perfección la frase de 'si perdonas lo acabas pagando' y salieron de la Ciudad Condal con un tremendo correctivo. Cuatro goles a cero, ahí es nada.
Y lo cierto es que nada parecía indicar que eso fuera a suceder viendo los primeros 25 minutos. Porque en el ecuador del primer acto el Barça estaba con la soga al cuello. Los de Valverde no atinaban, no llegaban y no hacían suyo el control del juego. Dembélé lo buscó, pero el peligro era sevillista.
Sobre todo con Lucas Ocampos, que hizo un destrozo por su banda que nadie supo aprovechar. Sobre todo De Jong, que esta noche va a tener problemas para dormir. Lo falló absolutamente todo. La primera la paró Ter Stegen, las otras tres fueron ya cosa suya. Dos de ellas las mandó fuera con todo a favor; la última, al palo.
Goles y más goles para el Barça
Esta fue ya con 3-0 en contra y en la segunda parte. En apenas 15 minutos, el Barça pasó el rodillo ante los de Lopetegui. Primero Luis Suárez, con un golazo de chilena. Luego fue Vidal, el que puso en las mallas un gran pase de Arthur. Finalmente, Dembélé, que sentó en el banquillo a Griezmann y dejó sentenciado el envite.
Antoine vio todo esto desde una silla cómoda y confortable. Sin él, casualidad, el Barça realizó un gran espectáculo combinativo en ataque. Lionel Messi se desató en el segundo acto, con espacios, campo por delante y con tiempo para pensar. Estaba buscando su gol, y cuando el argentino busca algo con un balón en los pies lo suele encontrar.
Fue gracias a una falta, cuando el 10 puso el cuero en las mallas de un Vaclik que puso a Banega en la línea de gol y que a saber si se arrepintió de dicha decisión. La razón, le molestó a la hora de estirarse. El balón entró no precisamente por la escuadra y con eso se cerró el partido... salvo para Mateu Lahoz.
A partir del cuarto el trencilla tuvo trabajo. Primero con la amarilla a Piqué. Amarilla buscada, claro está, para estar en el Clásico ante el Real Madrid. Luego con una roja directa a Araujo en una acción ante Chicharito que terminó con el central en la calle y con Dembélé acompañándole por protestar. A saber cuánto le cae al francés y si Griezmann sí tiene su oportunidad ante los blancos.