Josep Maria Bartomeu ha hablado en una rueda de prensa en el Círculo Ecuestre de Barcelona sobre la decisión de jugar el partido contra el Nápoles a puerta cerrada y además ha estimado que las pérdidas que supondrá esta decisión rondarán los seis millones de euros.

"Hemos tenido una reunión con la Generalitat y ha habido una recomendación fuerte. Cuando se trata de salud, es una obligación", ha asegurado Bartomeu, mientras pedía perdón por lo que supondrá para aquellos que iban a acudir: "Lamentamos esto porque afectará a los socios, a los aficionados y al mundo del fútbol. Vivimos en un momento excepcional. Horas más tarde, el Gobierno ha anunciado que todos los partidos serán a puerta cerrada. El Nápoles seguro que vendrá. Lo que ha sido más trascendente ha sido la anulación de los partidos en España, que serán a puerta cerrada".

Sin embargo, a parte de los aficionados, el club es el principal perjudicado, especialmente en el apartado económico, aunque entiende que es algo secundario: "Prima la parte de la salud y colaborar con los estatutos sanitarios. Hay una pérdida económica, no solo para el Barcelona, sino para todos los clubes que jueguen a puerta cerrada. Hay que tomar conciencia de que hay que respetar unas normas. Es un problema de todos. El dinero es un componente secundario, lo primero es la salud. Luego se puede cifrar el daño económico en unos seis millones de euros".

La mala planificación deportiva de la directiva ha dejado al equipo con tan solo 16 jugadores, despidiendo a un entrenador a mitad de temporada cuando estaba líder en LaLiga, con enfrentamientos como el de Eric Abidal y Leo Messi.. Sin embargo, para Bartomeu una pañolada no le va a hacer finalizar su mandato antes de que expire en junio de 2021. "He sido socio y alguna vez hice pañoladas. La última que hice fue cuando se fue Ronaldo del Barça. Siempre hemos sido un club democrático y la gente puede expresarse como quiera", comentaba indiferente el presidente.

Ni siquiera los gritos pidiendo su dimisión son suficientes: "Entré en el club en 2003 como directivo. Comenzamos una era de muchos éxitos. Estos años hemos ganado muchos títulos, los que más a nivel mundial. Hay rivales que se preparan y estudian cómo jugamos. Estamos teniendo una transición para jugar como queremos. Esta generación compite mucho, y hay otra generación joven que está llegando. Cuando hay un cambio generacional, muchos clubes dejan de competir. En el Barça estoy contento porque esto no sucede".

Bartomeu también ha comentado la polémica con Eder Sarabia, pero sorprendentemente, a pesar del apoyo tanto del público como de los mismo jugadores, él no le ha defendido: "Las formas no son las que corresponden para un club como el Barça. En el fondo estoy de acuerdo con el entrenador. Pero tener carácter está bien". Algo que contrarresta con lo que dijo Piqué tan solo unas semanas antes: "Es totalmente normal que el segundo entrenador se manifieste de esta manera en caliente en el Bernabéu. Lo hemos comentado los jugadores y lo vemos normal. Pidió perdón en el vestuario y le dijimos que por nosotros no era, que a los jugadores nos da igual, nos gusta que haya intensidad en el banquillo".

Un situación que llega a su límite y que habrá que ver como evoluciona, pero el resultado de esta noche de Champions será un punto clave para la continuidad de Bartomue al frente del FC Barcelona.