Lamentables incidentes en el Estadio Raimundo Sampaio al término de la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores entre el Club Atlético Mineiro y Boca Juniors.
Los brasileños aguantaron el 0-0, mismo resultado que en la ida, y en la tanda de penaltis consiguieron el pase a la final (3-1), siendo clave los tres penaltis consecutivos errados por Villa, Rolón e Izquierdoz.
A partir de ahí, comenzaron los enfrentamientos entre jugadores y cuerpo técnico de Boca contra el trío arbitral, a quienes acusaban de un error clamoroso al haber anulado un gol legal por instancia del VAR.
No solo se sentían perjudicados por esa decisión, sino también por otro tanto legal en la ida que tampoco subió al marcador al ser revisado.
El punto álgido de tensión se vivió en el túnel de vestuarios, cuando los integrantes de Atlético Mineiro se burlaron de haberles derrotado. Los cuerpos de seguridad intentaron separar y apaciguar la pelea. Sin embargo, la cosa fue a más y se vieron envueltos en el ajo.
Puñetazos, lanzamientos de vallas y extintores... hasta que la policía aplicó gas pimienta y porrazos a los de Boca, según declaraciones de los propios jugadores, quienes consideran excesiva la reacción de la seguridad del estadio.
El enfrentamiento físico acabó en el estadio, pero sigue habiendo una gran ola de críticas al VAR y a la CONMEBOL por los errores arbitrales en esta edición de la Libertadores.