A falta de poco más de un año para que se celebre el Mundial 2022 en Catar, comienza a ser más frecuente atender a denuncias por parte del mundo del fútbol al trasfondo de la organización de la cita cuatrienal.
Si en febrero 'The Guardian' publicó que desde que se concedió la Copa del Mundo a Catar habían perdido la vida más de 6.500 trabajadores, en marzo Toni Kroos se convirtió en el primer futbolista en cargar públicamente contra la organización.
"Los trabajadores inmigrantes están sometidos a jornadas sin descanso bajo tórridos 50 grados, sufren una alimentación insuficiente, sin agua potable y a temperaturas de locura", señaló el ya exjugador de la selección alemana (anunció su adiós tras la Eurocopa), que además criticó la homofobia a ojos del Golfo Pérsico.
Paralelamente, selecciones como Noruega, Dinamarca, Alemania y Holanda han portado camisetas exigiendo el respeto por los derechos humanos, pero parece que desde la FIFA y desde el emirato hacen caso omiso a sus ruegos.
Llegados a este punto, el último en alzar la voz ha sido Tim Sparv, capitán de la selección de Finlandia, que a través de 'The Players Tribune'ha denunciado la situación existente en Catar "a cualquiera que simplemente se preocupe por los derechos humanos".
"Nos despertamos demasiado tarde. Me desperté demasiado tarde. Podría estar jugando en estadios que les han costado la vida a los trabajadores", señala el finlandés, que pide "mantener el foco en Catar" ante el silencio que mantiene la élite del fútbol: "Tiendo a mirar a las grandes organizaciones como la FIFA y simplemente asumir que saben lo que están haciendo".
Paralelamente, Sparv relata su propia 'investigación': "Tuve una conversación con una mujer que realmente me llegó al corazón. Le apasionaba ayudar a sus compañeros de trabajo, pero también estaba decepcionada y enojada. Me contó que tenía que trabajar 16 horas al día sin días libres. También dijo que si una trabajadora tenía una queja, la policía siempre se pondría del lado del empleador. Estamos hablando de cosas como acusaciones de violación aquí. Se trataba de graves acusaciones y, sin embargo, ni siquiera se escuchaba a estas mujeres".
A su vez, apunta directamente a la FIFA como 'culpable' de la situación existente en el emirato: "Todavía tengo muchas preguntas sobre por qué la FIFA le otorgó a Catar la Copa del Mundo. ¿Cómo podría un grupo tan pequeño de personas tomar una decisión que afecta la vida de millones?".
Tim Sparv también habla del miedo infligido hacia los jugadores para evitar críticas hacia el Mundial: "Todos sabemos que si un jugador habla sobre la política de ciertos países, podría meterse en problemas. Puede que ni siquiera sea con los propietarios o directores. Puede ser con un gran patrocinador cuyos intereses se hayan visto dañados. Conozco jugadores que saben que se meterán en un gran problema si hablan de temas como Qatar. Ellos tienen miedo".
"Siento que en Europa estamos a la zaga de Estados Unidos en lo que respecta al activismo de los jugadores. Lo que LeBron James y Megan Rapinoe han estado haciendo, me gustaría ver más de eso aquí, especialmente entre los grandes nombres", concluye el capitán finlandés, reclamando que el mundo del deporte rey se vuelque en esclarecer lo ocurrido en el Golfo y abogue por un cambio en el trato a los derechos humanos en Catar.
Cerca de 7.000 trabajadores muertos, jornadas maratonianas, condiciones deplorables, violación continua de los 'human rights'... y un único objetivo: celebrar un Mundial (el primero de la historia en invierno) sea cómo sea y cueste lo que cueste. "El fin justifica los medios" de Maquiavelo parece ser la bandera de la FIFA y de Catar.