El juez instructor del caso Negreira, Joaquín Aguirre, dice en su auto que Enríquez Negreira "tenía un ámbito de influencia muy amplio" y que sus actos podrían tener "un beneficio al Barcelona en detrimento del resto de clubes".
"Dichos actos solo podían referirse a designaciones arbitrales tendenciosas o bien a admoniciones realizadas a los árbitros normalmente designados. A tal efecto, no debe olvidarse, según ha publicado la prensa, que el hijo del investigado Negreira acompañaba a los árbitros durante su estancia en Barcelona", señala el juez.
"Los pagos realizados por el Barcelona satisfacían los intereses del club en atención a su duración y al incremento anual. De aquí se deduce también que los pagos produjeron los efectos arbitrales deseados por el Barcelona, de tal manera que debió existir una desigualdad en el trato con otros equipos y la consiguiente corrupción sistémica en el conjunto del arbitraje español, lo cual no significa que todos y cada uno de los árbitros fueran corruptos, pero sí un grupo de ellos", expresa el juez instructor del caso.
Este miércoles el juez ha imputado a Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, por los pagos al que fuera vicepresidente de los árbitros. Considera que los delitos hasta 2008 no están prescritos.
"Existen indicios más que sobrados de que Laporta cometió los mismos hechos que los presidentes posteriores", dice el auto.
Los pagos del Barça al vicepresidente del CTA se extendieron durante 18 años, hasta que Josep María Bartomeu decidió suspenderlos.
El actual presidente, acusado de cohecho continuado junto a su anterior Junta Directiva, se une a la lista de los Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, José María Enríquez Negreira, su hijo Javier y los exdirectivos Oscar Grau y Albert Soler.