Roman Zozulya recibió insultos por parte de la afición del Rayo Vallecano, que le llamó "nazi" y que luego ironizó diciendo que "era una broma". Estos insultos hicieron que se suspendiese el partido, una decisión sin precedentes en nuestro fútbol.
Echando la vista atrás, muchos otros partidos no fueron suspendidos por cánticos ofensivos. Samuel Eto'o amenazó con marcharse del terreno de juego al recibir insultos racistas, Dani Alves se comió un plátano que le tiraron desde la grada y recientemente Griezmann escuchó gritos de "muérete" por algunos aficionados del Atlético de Madrid en el Metropolitano.
La diferencia es que nunca un equipo al completo había apoyado a un jugador de esta manera.