España ya está en los cuartos de final con la Nations League. Y Álvaro Morata se volvió a encontrar con el gol. Olvidó su fallo en el penalti y devolvió el tremendo cariño que había estado recibiendo de la afición de Córdoba durante todo el duelo. Incluso con el fallo. Es un ídolo el capitán de la selección.

La selección de Luis de la Fuente derrotó a Serbia por 3 a 0 con goles de Aymeric Laporte, Álvaro Morata y Álex Baena. Y la afición de Córdoba dejó un gesto muy bonito con el delantero después de que fallara un penalti: una ovación cerrada y cánticos con su nombre por parte de todo el estadio. Después marcó y pudo celebrar con los que antes le habían apoyado. Se llevó la mano a la cabeza. La mentalidad lo es todo.

Muchísimas ocasiones tuvo la selección en el primer acto además de ese tanto del central de cabeza. Merino, al más puro estilo de la Eurocopa, cabeceó al palo. Zubimendi rozó el larguero con un disparo lejano y Rajkovic evitó el gol de Oyarzabal.

El Arcángel ovacionó a Morata. Como en Murcia. Arropando a su capitán, entregado como siempre en esa presión. El que la iniciaba y el que provocaba cada robo para que España pudiera atacar.

Sin Lamine Yamal y Nico Williams, los dos puñales por banda, el juego de España volvió a estar lleno de toque. El colegiado señaló penalti por mando de Birmancevic. Pero Morata no acertó. Lo lanzó muy por encima de la portería de Rajkovic.

Pero tuvo una nueva oportunidad. Y esta vez sí la aprovechó. Se cayó El Arcángel. Disparo perfecto que colocó en el palo largo. Lo celebró con muchísima rabia. No era para menos. El capitán vuelve a marcar con la selección.

La fiesta continuó. Álex Baena hizo un golazo de falta a falta de quince minutos. Fue el broche a un partido perfecto. Y España ya está en cuartos de la Nations League.