El Celta exhibió este domingo su poderío goleador contra el Athletic Club (3-1) en una brillante primera media hora de partido en la que el conjunto vigués, que tuvo el control del centro del campo, desbordó con intensidad al equipo bilbaíno, que suma tres derrotas consecutivas y agrava su crisis de resultados.
El Celta firmó una primera parte ejemplar, quizás la soñada por su entrenador, pues necesitó menos de media hora para marcar tres goles. No solo salió con más intensidad que el Athletic. También movió la pelota con velocidad, de banda a banda, con un fútbol asociativo que desarmó al conjunto vizcaíno.
El Celta fue vertiginoso en su ritmo. Primero llegó el tanto de Sergi Gómez. Y culminó su dominio con dos goles de Aspas en apenas tres minutos. La endeblez defensiva del Athletic facilitó la goleada viguesa: un error defensivo de Laporte y Unai Núñez, que calculó mal cuando quiso despejar una pelota, lo aprovechó Aspas para superar al portero con un tiro cruzado. Acto seguido el jugador moañés volvió a ser más hábil que el central Unai Núñez y certificó con otro gol un centro de Wass.
El dominio del conjunto de Juan Carlos Unzué fue arrollador en el centro del campo. Tan sólo en los últimos diez minutos de la primera mitad relajó su ritmo. Entonces, asomó el Athletic sobre la portería gallega. Su primera acción de peligro fue una volea de Raúl García, que atajó Rubén con comodidad. Pero imposible para el portero fue detener la siguiente aproximación, un centro de Bóveda que acabó con un portentoso golpeo de Raúl García.
Con dos goles de ventaja para el Celta, Ziganda hizo cambios en el descanso: metió en el campo a Iturraspe y Aduriz. Tuvo el Athletic más empuje. Y obligó al Celta a recogerse en su campo, aunque el único peligro que creó el conjunto bilbaíno fue con balones colgados en el área. Minuto 55: en un córner, el cabezazo de Laporte lo despejó Rubén la línea de portería. Minuto 68: en una falta lateral, el testarazo de Unai Núñez acarició el gol.
Con esa superioridad en el juego aéreo el Athletic inquietó al Celta, impreciso durante muchos minutos, pese a que el desasosiego fue breve para el equipo de Unzué. Sólo fueron un par de acciones peligrosas.
Después, con el guión de un partido de ida y vuelta, un contragolpe del Athletic finalizado con un mal disparo de San José tuvo respuesta en un contraataque del Celta definido por Aspas, que intentó sin acierto el gol de vaselina.
La pequeña mejoría del Athletic, que ha logrado cuatro puntos de los últimos veinticuatro posibles en liga, se concretó en los minutos finales en un tiro de Williams y un remate lateral de Aduriz al poste, nada que asustase al Celta, que vivió con la cómoda ventaja que había logrado con su espectacular apertura de partido.